miércoles, 7 de septiembre de 2016

El primer cumpleaños
























Me despierto muy temprano, como cuando de pequeña estaba nerviosa porque iba de excursión y las ganas me despegaban de las sábanas. Me asomo a tu cuna y ahí estás, durmiendo hecho un seis pegado al cabecero. No tienes ni idea de qué día es. Llevo un mes tratando de enseñarte a indicar con el dedo índice que cumples uno, pero tú sólo te ríes cuando te pregunto cuántos añitos tienes.



Estos días estoy con las emociones disparadas. Tienes un año, pero no llevas tanto tiempo en casa. No sabía que era tan ilusionante preparar un cumpleaños, y es el primero, qué suerte, qué suerte de verdad poder celebrarlo contigo. Doy gracias. No dejo de pensar lo afortunada que soy.

Tú me ayudas con las chuches, más bien destrozas todo lo que voy haciendo, y no entiendes para qué son.


Juegas como si nada mientras con los abuelos decoro el jardín de los tíos con las guirnaldas que se han currado los yayos.

Cuando mucho antes de saber que llegarías pensaba en este momento siempre lo visualizaba como una gran fiesta a la que no le faltaría un detalle, pero una vez que estás aquí estoy más pendiente de disfrutarlo contigo y me he despreocupado de ciertas cosas que al final son superfluas.




 Mi cabeza está en otros lares, como por ejemplo en tu madre biológica. Estos días merodea por mi cerebro. Creo que se ha tenido que acordar de ti. A la fuerza. Independientemente de que no cambiara su decisión, te dio a luz, digo yo que en algún momento te le tienes que aparecer en su mente. Le doy gracias también. Sin ella no estaría contigo ahora. Sin su dura decisión no seríamos familia. Gracias, gracias, gracias por darme lo mejor que tengo. Gracias otra vez y un millón de veces más.


Por fin está todo listo. Por supuesto, tú has dormido menos siesta que nunca, cosas del directo. Te visto y te pongo tu pajarita con una alegría desconocida, entre lágrimas. Qué boba, si sólo es tu cumpleaños. Tu cumpleaños. El cumpleaños de mi hijo. Qué fuerte. Tengo un hijo. Tú. ¿Cuándo dejaré de alucinar? Te quiero. No te imaginas cuánto ni de qué manera. Pero esto qué es, de dónde sale tanta fuerza y tantas ganas. Gracias, gracias, a quien sea. 



Tu tía Ana que es lo más te ha hecho una tarta preciosísima, y unos cupcakes adornados también por su cuenta con motivos de globos. Cuánta gente se ha subido a tu cesta, a acompañarte en tu vuelo. Gracias a todos también.

Va quedando menos para que llegue la resolución judicial, pero no la necesito. Eres parte de mí para siempre y espero que cumplas muchísimos más tan feliz como este día.

Hasta que al fin pueda compartir el vídeo de 1 segundo cada día desde que viniste, se me ha ocurrido compartir tu año a través de tu mantita de apego, tu burrito, ese con el que dormía antes de que llegaras y del que no te separas ni un día, el que te ha acompañado en viajes, en los paseos, en tu gateo, en tus primeros pasos y en tu primer día de guarde.






Soplé las velas por ti y deseé que fueras siempre feliz. Y da igual que lo haya dicho, se va a cumplir porque me voy a desvivir por ello. Felicidades, Jorge.



07/09/2016

2 comentarios:

  1. He llegado a tu blog saltando por internet y me ha gustado muchísimo. Emociona. Felicidades a tu bebé en su primer cumpleaños! Y a ti por la parte que te toca. :)
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Aunque ya te felicite en su momento vuelvo a hacerlo desde aquí y me uno a tu deseo de que el peque sea feliz y requetefeliz. Me encanta el cumpleaños y tema elegido para celebrarlo, claro que no podía ser otro verdad? Un besazo a los tres

    ResponderEliminar