viernes, 27 de febrero de 2015

Ecografía de mi embarazo burocrático


Ayer hizo un mes desde que AMOR presentó nuestra documentación en el Ministerio de Justicia de Bulgaria. En un plazo de dos o tres semanas deberíamos recibir la noticia de que está todo correcto y que nos aceptan como candidatos. Estaremos al fin oficialmente en lista de espera con fecha de 26 de enero, cuando se registró la entrada del expediente.

Ayer una compañera decidió que me iba a contar que tiene unos amigos que llevan esperando no sé cuántos años para Etiopía y que se había parado o no sé qué (perdonad la inconsistencia de la información, es que cuando vi por dónde iban los tiros sólo quería largarme y dejar de escuchar, lo primero no lo hice por educación, lo segundo, sí). Ella le había preguntado a su amiga por qué no cambiaban de país. Claro, los que sabéis de esto os estaréis llevando las manos a la cabeza, por desgracia la gente desconoce los procesos y no se da cuenta de lo hirientes que pueden ser ciertos comentarios. Obviamente la mujer le dijo que eso supondría empezar de cero otra vez. Lo que esa persona necesitaba era un "qué putada", nada más, probablemente. Me han venido a la mente aquellas veces que no salían bien las FIV y recibía comentarios tipo "bueno, pues a la próxima". No se puede pretender que la gente sepa de todo, ya, pero ojalá se limitaran a llorar conmigo y echarme la mano alrededor del hombro en vez de proponer soluciones que no sólo no lo son, sino que además disparan mi ira por la frustración que suponen. 

El disgusto de la amiga de mi compañera no me ayuda en nada. Es como contarle a una embarazada las desgracias que le han pasado a otra. ¿Por qué no nos callamos a tiempo? ¿Por qué añadir desazón y angustia a alguien que ya sufre?

Antes me había encontrado con una embarazada en el baño y me comentaba sus molestias y lo largo que se le estaban haciendo los nueve meses, ¡pues cómo se me harán a mí los años que llevo y que me quedan!

Está claro que todo esto me ha removido por dentro porque he soñado un montón y me he despertado con dolor de dientes por apretarlos. He soñado con un grupo de niños búlgaros que jugaban en la calle y se reían porque andaban haciendo alguna travesura. Mi madre y yo los mirábamos, pero no me parecía que fuera con nosotras. Y de pronto me decía que yo estaba embarazada por la forma de mi cara. Cosas extrañas que me manda el subconsciente.


Es la tercera vez que sueño que estoy embarazada, supongo que algo dentro de mí cree que sería la forma más fácil de acabar con todo esto. Pero me he levantado y la forma de mi cara sólo puede decir, como mucho, que estoy hinchada como cuando duermes poco y mal.

Se me junta que el lunes hace un año que me transfirieron mis dos embrioncillos y llevo unos días acordándome mucho. Deseando haber acudido a esa transfer con el ánimo y paz interna que tengo hoy. No puedo evitar pensar que quizá así habría ido mejor la cosa. Y claro, eso sólo tortura, no sirve para nada más. Así que como me he despertado un poco tristoncilla, me he propuesto animarme, y mientras desayunaba me hecho una ecografía particular. He buscado la de aquella transferencia y me he plantado un mapa de Bulgaria, como una que vi en Internet con el de China incrustado.


Me ha parecido genial hacerlo sobre una eco mía, sin embargo, como aquello no terminó bien no he terminado de decidir si me gusta o no, así que he hecho otra con una que he sacado de la red y que os puede gustar a vosotros también. Tampoco conseguía decidirme sobre el color del mapa, si más claro o más oscuro. He estado viendo ecografías de embarazos y no he salido de dudas. Las comparto todas para que os descarguéis la que más os guste, si es que también estáis embarazados burocráticamente de una criatura búlgara.




Y si os sabéis perfectamente el mapa de donde va a venir vuestr@ niñ@ y lo preferís sin texto, pues hala.








8 comentarios:

  1. No te tortures Laura. Es normal tener días de bajón, no pasa nada. A la gente le gusta opinar de todo (una compañera de trabajo me dijo, al decirle por primera vez que nos estábamos planteando adoptar, "uy no, mejor que sea de Alex"), pero muchas veces no lo hacen con mala fe, sólo quieren ayudar. No sienta bien, pero ellos no siempre son conscientes. Hay que vivirlo en primera persona para saber todo lo que conlleva. Ojalá hubiera más información, pero de momento no es así. Suelta todo lo que llevas dentro, llora, enfádate...y mañana te quiero otra vez con ese optimismo y alegría que irradias siempre, ¿vale? Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, María José. No, ya no me torturo, son pensamientos fugaces que pasan a veces. Y sé que nos es mala fe, pero aunque sean bienintencionados hay ciertosd comentarios que duelen. Yo también creo que algún día habrá más información, menos complejos y prejuicios y será todo más natural y positivo.

      Muchas gracias por los ánimos! un besazo

      Eliminar
  2. Los días de bajón son más que entendibles, pero piensa que hay muchas personas que si saben por lo que pasas. Algún día, seguro que antes de lo que imaginas, estarás disfrutando de tu familia al completo y estos días malillos sólo serán un recuerdo borroso. Animo chica que eres muy fuerte!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues tienes toda la razón, Raquel. Parece que nos fijamos más en lo negativo. Me ha gustado mucho tu respuesta. Hay gente que sí me entiende, y con eso tengo que quedarme. Es sólo que a veces se me olvida. Muchas gracias!

      Eliminar
  3. Creo que muchas familias (la mayoría) en mayor o menor medida han pasado por tratamientos, por intentos fugaces antes de llegar a decidir adoptar. Son momentos muy, muy duros (tanto para la mujer como para el hombre).
    Nosotros cuando estuvimos en tratamiento nos parecía ver en la calle más niños que nunca, embarazadas a diestro y siniestro. Amigos que de pronto te anunciaban que estaban embarazados. Y teniendo en cuenta que nosotros no habíamos dicho nada, el sufrimiento por dentro iba aumentando.
    Es una etapa que ahora ha quedado "pseudo-olvidada" (siempre quedará en la recámara en segundo plano), pero que fue muy dura. La vida está llena de baches, y este fue un tremendo socavón. Pero hay que seguir adelante y ahora hay nuevos retos que afrontar. Y hay que hacerlo con mucha ilusión, con muchísima esperanza y paciencia. Y si uno ve que se le van agotando, para eso estamos nosotros, para animar, apoyar y si es necesario llorar juntos.
    Mucho ánimo !!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente, Roberto. Y gracias por los ánimos!!! Si no me pasa nada, es que no se puede estar siempre arriba. Me gusta pensar que los bajones son necesarios para coger fuerzas otra vez. Y ni siquiera estoy de bajón, solo me ha molestado ese comentario sobre los pobres que llevaban años esperando para Etiopía y resulta que no está nada claro. Me gustaría que me animarán en vez de contarme desgracias. Pero bueno, como no puedo controlar a la gente, tendré que va minar yo y aprender a hacer oídos sordos.

      Eliminar
  4. Me acabo de poner al día con tu blog y sólo puedo desearte fuerza en este camino...

    Muchos besoss!

    ResponderEliminar